Este poema no es tanto para entenderlo sino más bien para sentirlo. No está hecho para recibirlo con el cerebro sino con algo más interno y pequeño, como la médula, el tuétano.
y a veces creo firmemente
y a veces creo firmemente que no nos dieron valor preciso
para soportar números, sueños, memorias y abandonos,
raspones de la infancia, excusas vanas, muertes, preguntas sin respuesta, besos no dados.
sanar cuesta la soledad de un túnel fluorescente y estrecho.
quemar un libro, plantar un hijo, fumar un árbol
¿no es así?
seguiré mutando con las estaciones y sabré, espero, que ninguna verdad es absoluta
y que todas las palabras del mundo ya han sido dadas
como un parto repetido una y otra vez, una y otra vez…
no sé si al continuar voy retrocediendo,
ya que el pulso no deja de temblarme
con todo este dolor que siento.
¿para qué tanto?
tal vez lo sepa,
tal vez tenga un cartel adherido a la espalda.
Elena Torres, afectada por TLP, Licenciada en Bellas Artes y Docente.
Preciosa poesía Elena. Me llegaste al corazón…. Tienes mucho, pero mucho que ofrecer aún.